viernes, 25 de noviembre de 2016

¡COMENZAMOS!

VIÑETA DE FORGES SOBRE UNA IDEA DE LOURDES MIQUEL Y TEXTO DE NIEVES ALARCÓN. ADAPTACIÓN DE LA VIÑETA CREADA PARA EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, PUBLICADA EL 7 DE MARZO DE 1997 EN EL PERIODICO "EL PAÍS".






Ya desde pequeña decidí que quería ser profesora de Lengua Española así que estudié Filología Hispánica, posteriormente para poder ejercer como docente realicé el master en Formación del Profesorado en Educación Secundaria Obligatoria. Para completar mi formación he escogido este master puesto que considero que tiene un currículo formativo bastante completo y su carácter internacional me brindará muchas oportunidades laborales en todos el mundo. A decir verdad, mi andadura como docente ha sido más bien escasa, aunque aún queda un largo camino por recorrer.

Para comenzar esta nueva etapa en el mundo de la enseñanza de la Lengua Española, aunque esta vez como segunda lengua, he escogido esta imagen puesto que, aunque planteado desde un punto de vista cómico, recoge una aproximación de todas las aptitudes que componen la figura del profesor de español, en concreto, y de todo docente en general.
Si nos fijamos en la viñeta, podemos apreciar que la “profe” deja entrever lo infravalorada que está la figura del profesorado en la sociedad y es que cada vez vemos que son más los que no confían en nuestro trabajo. Sin embargo, el profesor debería establecerse como una de las figuras esenciales en la educación y formación del alumnado. Esto no debe entenderse como que el profesor es la figura central y única, sino que será un elemento más del proceso cumpliendo fundamentalmente la función de “guía”.  Atrás debe quedar la visión de que nuestra única misión es impartir una materia de forma autoritaria y tradicional. Además de esto, el aprendizaje memorístico también debe quedar descartado puesto que su eficacia es mínima. Por su parte, situaremos al alumnado como el autentico protagonista en el ámbito educativo, que a su vez, dependerá del guía didáctico.

Si bien la imagen propuesta para esta reflexión recoge en esencia la formación pedagógica que todo profesor debe tener: nociones sobre didáctica, pedagogía, motivación, modelos de evaluación y un largo etcétera. Todas estas cuestiones componen un equilibrio entre la formación teórica que tenemos y la practica diaria en el aula. Por mucha teoría que cualquier profesor lleve a sus espaldas, nunca podrá desempeñar su función con éxito sin una formación pedagógica en la que se incluyen, entre otras, las mencionadas en la imagen. Considero que el profesor de español tiene una gran responsabilidad en cuanto a tareas de motivación, orientación y educación que van más allá de las meramente instructivas. Tiene el doble trabajo porque no solo enseña una lengua, sino que junto a ella debe transmitir todo el peso de su cultura ya que de otra forma no sería posible la enseñanza de una lengua extranjera.
Por todo esto, considero que cualquier formación extra relacionada con la docencia es de vital utilidad para aplicarla en el aula; tengamos en cuenta que cada alumno es diferente. 
El profesor actual debe ser una persona multidisciplinarmente formada, es decir, debe adaptarse a cada una de las necesidades del alumnado y a las diferentes situaciones de aprendizaje que se dan diariamente en un aula. Debe ser capaz de organizar y planificar cada clase así como escoger los métodos más adecuados. También debe saber identificar las necesidades y el perfil de cada alumno y optimizar sus capacidades. No olvidemos que nuestras clases estarán formadas por un alumnado multicultural por ello, es fundamental adaptarse para poder entender y hacer llegar la materia a cada uno de la mejor forma posible y es que la eficacia del docente se basa fundamentalmente en el continuo aprendizaje y desarrollo.
No olvidemos que se trata de una profesión donde la formación y el reciclaje son conceptos muy importantes, por ello he seleccionado este master, porque será capaz de formarme en todos aquellos ámbitos necesarios para ser capaz de afrontar una clase de ELE. A pesar de que muchos creen lo contrario, un profesor de Lengua Española no será capaz de enseñar su lengua vernácula a extranjeros sin una previa formación específica.

Durante los últimos años la enseñanza de idiomas, y sobre todo la de español, ha experimentado un gran avance. Cada vez son más los alumnos que estudian español como segunda lengua puesto que buscan aprender y emplearla de forma eficaz en cualquier contexto por lo que es sumamente importante que el profesor esté bien preparado.
A diferencia de cualquier aula donde todos los alumnos son de habla hispana, el alumnado de una clase de ELE proviene de cualquier lugar del mundo y tienen diferentes edades, sin embargo todos tienen un mismo propósito: aprender español. Nuestra labor como futuros profesores de ELE es programar y adecuar las clases a todos y cada uno de nuestros alumnos de forma que, en la medida de lo posible, sepamos adaptar los contenidos y objetivos de su enseñanza a la realidad del aula. Debemos establecer cuáles son los mejores estilos de enseñanza de modo que favorezcan el aprendizaje del alumnado. La consideración de una metodología y actividades serán determinantes a la hora del acto educativo; establecer contacto con los alumnos y hacerles interesante el tema dependerá de las estrategias y estilos que empleemos. En definitiva, tenemos que estar preparados y  saber adaptarnos a nuestros alumnos: a sus problemas y dificultades de aprendizaje, a su nivel y necesidades. También debemos destacar que a lo largo de la vida docente, nos enfrentaremos a múltiples y complejas situaciones educativas lo cual requerirá que adoptemos cambios en nuestros estilos de enseñanza.
También debemos tener en cuenta que nuestra personalidad y experiencia tendrá mucho que ver con los estilos de enseñanza, evidentemente no podremos hablar de un método o estilo perfectos puesto que dicha relación con el alumnado y su rendimientos resulta muy compleja. Sin embargo, gracias a especialidades como la de este master cada vez encontramos a más profesores dinámicos, activos, con una amplia formación pedagógica.

Además de la gran importancia que tiene una buena formación, también debo añadir en esta reflexión la enorme trascendencia de la motivación en la enseñanza de español como lengua extranjera, puesto que los alumnos responden de forma favorable una vez hayamos despertado en ellos una serie de ilusiones e intereses enfocados a nuestra lengua y cultura. La curiosidad y la motivación serán la base para comenzar la andadura en el aprendizaje de una lengua extranjera. Esta motivación no solo debe darse en el alumnado, sino también en nosotros: el placer de enseñar y ver reflejados nuestro esfuerzo en el aprendizaje de los alumnos será optimo para nuestro “autoestima educativo”. También me gustaría mencionar el aprendizaje bidireccional que encontramos en cualquier aula de ELE, no solo los alumnos aprenden una lengua y una cultura extranjera, sino que, a su vez, nosotros aprenderemos de la cultura y experiencias de los alumnos pasando a formar parte de nuestra base educativa. No cabe duda de que la enseñanza de español como lengua extranjera es una actividad enriquecedora en toda su esencia pues no solo enseñamos una lengua sino que guiamos a nuestros alumnos a través de situaciones cotidianas de la vida. Seremos sus referentes en muchas ocasiones


Además de todo lo anteriormente propuesto, debo reafirmar mis grandes expectativas puestas en este curso: a pesar de tener una formación como docente en Lengua Española, no sabría afrontar una clase de ELE. Tras este curso, debería saber cómo comenzar una clase de ELE de cualquier nivel, conocer qué metodologías y enfoques se adecuan a cada tipo de alumnado y nivel así como toda técnica que pueda favorecer el aprendizaje del español como lengua extranjera. Tener compañeros de muchos rincones del mundo y con diferentes trayectorias educativas y profesionales hará que pueda enriquecer mi bagaje educativo mucho más de lo pensado. Debido al carácter internacional del master, me encantaría acabar en alguna isla remota del Pacífico dando clases de español puesto que para mi se trata, más que de una profesión, de un estilo de vida propiamente dicho.